
Cada año se producen más de 900.000 percances en las comunidades. Muchos de ellos se podrían evitar con el buen mantenimiento de los edificios.
El agua, el principal responsable de la mayoría de los percances
Los siniestros producidos por agua son los más habituales en las comunidades. Las roturas de tuberías, las humedades y las goteras son algunas de las causas por las que los asegurados más llaman al seguro. En estos casos, para determinar si la reparación de los daños y desperfectos corresponden a la comunidad o, por el contrario, al propietario de una vivienda privada, conviene identificar cuanto antes el origen del problema, pues si la avería se encuentra en una tubería privada, será el propietario de la casa (o su seguro de hogar si lo tiene) quien tenga que asumir el coste de la avería.
Los percances por daños atmosféricos también se dan con mucha asiduidad en los edificios. Aquí el agua también es la principal responsable de los daños que se producen, ya que la mayoría de ellos se deben a lluvias, tormentas y granizo.
De hecho en 2021 el sector asegurador atendió más 230.000 percances por la meteorología en las comunidades, lo que supuso un coste de más de 78 millones de euros.
Rotura de cristales, incendios y daños eléctricos
Los siniestros por daños por agua y daños por fenómenos atmosféricos son los más frecuentes en las comunidades, pero no los únicos. También son muy comunes los percances por rotura de cristales, incendios y daños eléctricos. Estos últimos se deben principalmente a cortocircuitos, subidas de tensión y a la antigüedad y deterioro de la instalación eléctrica del edificio.
La previsión y el mantenimiento es clave
La mejor manera para evitar muchos de los daños por agua que se producen en las comunidades es mantener en buen estado la red de saneamiento del edificio, con revisiones periódicas, ya que a veces las roturas de tuberías se producen por atascos y el deterioro de algunas arquetas.
Para prevenir los daños por las fuertes lluvias y granizos es esencial que elementos del edificio, como los tejados, las terrazas, las fachadas y las chimeneas, tengan una buena permeabilización y que las puertas y ventanas estén correctamente selladas.
También es importante que técnicos especializados revisen periódicamente la instalación eléctrica y los sistemas de prevención ante incendios del inmueble. Además, cada cierto tiempo conviene realizar controles de plagas de roedores en edificio, ya que la presencia de ellos puede deteriorar el sistema de cableado.
Y por supuesto, una de las mejores medidas de prevención es contar con un buen seguro de la comunidad como el que te ofrece THM Seguros para que, en el caso de que se produzca un percance cubierto por la póliza, los propietarios del inmueble no tengan que costear la reparación de sus propios bolsillos.